Volví a terapia al momento de sentirme estancado emocionalmente. Estuve en un espiral dándole vueltas constantemente a mismas temáticas (relacionales en mi caso) que no me permitían evolucionar, crecer, ser consecuente.
El acompañamiento al comienzo fue fundamental para tomar decisiones distintas a las que venía tomando constantemente. Hoy me encuentro con herramientas para gestionar situaciones que se me van presentando. Algunas cuestan más que otras y tienen distintos tiempos de gestión. Sin embargo, ya no me siento en aquel espiral y puedo distinguir mi emocionalidad de mi racionalidad para tomar decisiones.
Hace 4 años que hago terapia. Y es mi espacio cuidado (como si fuera al gym).
lass=»yoast-text-mark» />>Mi calidad de vida cambió en todos mis contextos (trabajo, proyectos personales, paternidad, relaciones sexoafectivas, relaciones familiares).
lass=»yoast-text-mark» />>Recomiendo más no mando a nadie a hacer terapia, sí soy consciente de que ayuda, colabora y clarifica. En mi caso, es una herramienta de prevención también para no herirme y, en consecuencia, no herir a mi red. Llevar a cabo el autocuidado y así poder cuidar también a mi red afectiva.
