Qué son las habilidades para afrontar el trauma
Las habilidades para afrontar el trauma son las estrategias que usamos las personas para afrontar situaciones estresantes que han resultado traumáticas. Se usan para gestionar situaciones estresantes internas o externas.
Estas habilidades son comportamientos y pensamientos que eliges utilizar de manera consciente y voluntaria para reducir o tolerar el estrés o cualquier otra emoción incómoda.
Generalmente se dividen en 4 categorías:
- Habilidades centradas en el problema
- Centradas en las emociones
- En el significado
- Y en lo social
En este artículo veremos todas las categorías, pero primero veamos por qué las habilidades de afrontamiento son importantes.
Importancia de las habilidades para afrontar el trauma
Hasta cierto punto, el estrés es bueno. Te brinda motivación y energía para cumplir tus objetivos y prepararte para desafíos futuros. Sin embargo, si has estado expuesto a eventos potencialmente traumáticos, desafortunadamente, puede volverse sintomático e incluso debilitarte.
Para mantener un equilibrio emocional, nuestro cuerpo tiene estrategias automáticas como, por ejemplo:
- Sentimientos intensos e impredecibles: estar ansioso, nervioso, irritable o abrumado.
- Recuerdos repetidos y vívidos del evento sin motivo aparente. Dificultades para concentrarse o tomar decisiones.
- Reacciones físicas: taquicardia o sudoración. O dolores de cabeza, dolor de pecho, náuseas. Se alteran los patrones de sueño y alimentación. Y sensibilidad a factores ambientales como ruidos u olores.
La vida puede resultar devastadora con la inevitable muerte de seres queridos, enfermedades y divorcios, sin mencionar circunstancias excepcionales como desastres naturales, pobreza y guerra. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que, por lo general, es posible e incluso factible aprender habilidades para afrontar el trauma de manera saludable.
Habilidades de afrontamiento efectivas
Habilidades centradas en el problema
- Afrontamiento activo: Significa abordar la situación directamente, hablando con las personas implicadas o tomando medidas. Y también, buscando el apoyo adecuado.
- Planificación: El objetivo es pensar y desarrollar estrategias para resolver el problema, teniendo cuidado de no analizar demasiado.R
- Restricción: Esperar hasta que se presente una oportunidad adecuada para actuar.
- Supresión de actividades competitivas: Dejar de lado otros proyectos, tratar de evitar distraerse con otros eventos, incluso dejar pasar otras cosas para lidiar con el factor estresante.
Habilidades centradas en las emociones
- Reencuadre positivo: Significa reinterpretar la situación y reconstruirla en términos positivos.
- Aceptación: El objetivo es conocer la realidad de una situación estresante, ajustar expectativas y preferencias, perdonar y comprometerse.
- Negación: Es negarse a creer que el factor estresante existe o tratar de actuar como si no fuera real.
- Comportamental: Utilizar conductas para gestionar el estrés, como salir a caminar, respirar profundamente o utilizar el humor.
Habilidades centradas en el significado
- Estrategias cognitivas: Gestionar el significado de la situación y reconceptualizarla, pensar en el panorama más amplio, escribir un diario, recopilar información, leer foros.
Habilidades centradas en lo social
- Buscar apoyo: obtener apoyo de un amigo, mentor o familiar.
Cuándo usar habilidades para afrontar el trauma
Después de eventos traumáticos, las personas frecuentemente se sienten desorientadas, conmocionadas o incapaces de integrar información angustiante.
Las reacciones a más largo plazo incluyen emociones impredecibles, flashbacks, síntomas físicos como dolores de cabeza o náuseas e incluso relaciones tensas.
Afrontar significa gestionar eficazmente los problemas o dificultades, por lo que, si tienes problemas o dificultades y te cuesta lidiar con ellos, es hora de que empieces a aprender nuevas habilidades para hacerlo.
Habilidades efectivas vs inefectivas
La eficacia de las habilidades para afrontar el trauma depende de su adaptación a situaciones estresantes. Algunas situaciones se pueden enfrentar, mientras que otras no. Del mismo modo, a veces es mejor regular las propias emociones que enfrentar un problema, por ejemplo, si la otra parte implicada ha puesto un límite.
Las estrategias de afrontamiento desadaptativas no sólo son inútiles, sino que también impactan negativamente en nuestro bienestar mental. Evitar situaciones puede llevar a perder el tiempo o retrasar lo inevitable. Pero también podemos dañar a las personas o nuestro propio desarrollo, restringiendo nuestro crecimiento y dejando nuestras necesidades emocionales insatisfechas.
Aquí hay algunas señales de que las habilidades para afrontar el trauma están siendo efectivas para ti:
- Reducción de los síntomas.
- Mayor capacidad para gestionar el estrés y hacer frente a los desafíos diarios.
- Mejora de la regulación emocional.
- Mayor capacidad de expresarte de forma saludable.
- Mejor sentido de autoconciencia y comprensión de los desencadenantes personales.
- Mejoras en el patrón de sueño y alimentación.
- Conexiones sociales renovadas y relaciones interpersonales mejoradas.
- Mayor resiliencia y capacidad para recuperarte de situaciones difíciles.
En todo caso, si tienes dudas con respecto a si tus habilidades para enfrentarte a situaciones traumáticas están resultando efectivas para ti, puedes hablar con personas de confianza y obtener su perspectiva.
Qué hacer si tus habilidades para afrontar el trauma no están funcionando
Si tu angustia interfiere con tus relaciones, tu trabajo o tu funcionamiento diario, es hora de buscar ayuda.
Aunque no todas las personas vayan a necesitar tratamiento para los trastornos de estrés traumático, algunas personas se recuperan por sí solas, pero otras tienen dificultades para seguir adelante con sus vidas. En este caso, lo mejor que puedes hacer es pedir ayuda profesional.
Buscar apoyo profesional
Un terapeuta especializado en trastorno de estrés postraumático (TEPT) puede brindar un apoyo valioso y un tratamiento confiable basado en evidencia. Si los servicios de psicoterapia no son suficientes y la medicación parece beneficiosa, es aconsejable consultar a un psiquiatra.
Algunas opciones de tratamiento comunes para el trauma son:
- Psicoterapia: Implica trabajar con un profesional de salud mental para explorar y abordar las causas subyacentes del trauma.
- Medicamentos: pueden ser recetados por un psiquiatra para ayudar a controlar los síntomas. A menudo se usa junto con la terapia para un tratamiento más completo.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos inútiles y comportamientos asociados. Ayuda a desarrollar perspectivas más saludables.
- Terapia cognitiva basada en la atención plena (Mindfulness): esta terapia incorpora prácticas de atención plena para cultivar la conciencia del momento presente.
- Terapia interpersonal: Se centra en mejorar en la resolución de conflictos sociales. Ayuda a las personas a desarrollar habilidades de comunicación más saludables y a abordar problemas de relación.
- Grupos de apoyo: brindan un espacio seguro para que las personas con trastornos traumáticos se conecten, compartan experiencias y reciban apoyo de otras personas que comprenden sus luchas. Pueden ofrecer validación, aliento y un sentido de comunidad.
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