Cómo entender el comportamiento humano
El comportamiento humano puede dejarnos asombrados en ocasiones. Es normal que a veces no entendamos por qué alguien actúa como actúa. O incluso, puede pasar que no nos entendamos a nosotros mismos.
Lo peor sucede cuando empezamos a pensar un montón de hipótesis y a sobre analizar la conducta del otro. Por eso, entender el comportamiento humano te puede ayudar a entender la dinámica que se produce en la interacción con otras personas y cómo eso determina los comportamientos tuyos y de tu entorno.
Lo más importante
- Las personas razonamos de modo distinto cuando estamos en soledad y cuando estamos en interacción.
- Existen limitaciones de la mente, que todos los seres humanos tenemos, se le llaman sesgos y acá te los cuento.
- La forma correcta de analizar el comportamiento humano tiene que tener en cuenta varios factores y evitar el sobre análisis.
4 tips imprescindibles para entender el comportamiento humano de la forma correcta
¿Qué nos pasa cuando queremos explicar nuestro comportamiento? Somos tan buenos para analizar a los otros, pero cuando se trata de nosotros, a veces nos quedamos sin palabras. Y le echamos la culpa al otro.
El ser humano es un animal social. Vive en sociedad y se relaciona con otros seres humanos. Es decir, vivimos en interacción.
La psicología social estudia estas interacciones desde hace más de 100 años. Son las mismas preguntas de una tradición filosófica que acompaña al ser humano desde hace milenios.
Comportamiento y límites de la percepción
- Umbral perceptual: Existe un umbral perceptual. Es decir, un límite a lo que podemos percibir. No podemos captar toda la información del medio ambiente ya que percibimos un campo demasiado estrecho. Quisiéramos percibir mucho más porque sabemos que hay infinidad de estímulos que caen fuera del umbral. Nos damos cuenta, el deseo de saber más, o de superarse a sí mismos, aparece asociado a vencer este límite.
- Mente selectiva: Además, la mente es selectiva. De modo inconsciente selecciona los estímulos que aparecerán en nuestra consciencia, de acuerdo con lo que parecería ser prioritario en ese momento.
- Negación: Por último, la mente niega y se defiende de aquellas cosas que pareciera que no convienen. Como los fumadores que ni ven el cartelito que dice que el cáncer mata.
Comportamiento y límites de la memoria
Son las limitaciones de la memoria que todas las personas tenemos, porque no somos máquinas.
- Memoria de trabajo: Una limitación tiene que ver con el espacio en nuestra memoria de trabajo, es decir, aquello a lo que le podemos prestar atención. Entran entre 5 y 9 ítems de información. Generalmente, 7 ítems. Lo cual es bastante poquito. Si estamos con la cabeza en muchas cosas, nos va a costar concentrarnos en otra porque no nos da la capacidad.
- Olvidos: Otra limitación estructural tiene que ver con los olvidos. Es decir, la ineficacia estructural de los procesos de recuperación de recuerdos. Cuando te olvidas de algo, a veces sabes que la información está ahí en algún lado de tu cabeza, pero no logras tener acceso. Otras veces, sabemos que tienen que haber pasado cosas (por ejemplo, en determinado momento de la infancia) pero igual tenemos pocos recuerdos de esa época.
- Degradación: La tercera limitación es que cierta información se degrada simplemente porque algunas huellas mnémicas se van apagando, cuando no las usamos.
Comportamiento y límites del pensamiento
Hay limitaciones en el razonamiento, dado que los humanos no seguimos las leyes del buen pensar. Damos saltos inferenciales en el vacío.
Los sesgos cognitivos son errores en el pensamiento que repetimos todas las personas cuando estamos en interacción.
La psicología estudia desde hace un siglo las estrategias de resolución de problemas de los seres humanos. Lo que se busca en estas investigaciones es que la persona resuelva un problema en un ambiente libre de distracciones. Como cuando haces una prueba en cualquier materia. Te concentras específicamente en eso. Y buscas resolver la dificultad de la mejor manera.
Sin embargo, en la vida diaria, cuando interactuamos con alguien, un familiar, un vínculo, la mente funciona con racionalidad limitada.
Esto aumenta cuando estamos en un estado emocional, por ejemplo, enojo, tristeza o intensa alegría. Nuestro comportamiento directamente cambia si nos dejamos guiar por razonamientos o por nuestras emociones.
Comportamiento defensivo
Cuando estudiamos al ser humano en interacción, estudiamos los diálogos que se producen, el lenguaje corporal, la toma de decisiones, los argumentos y la intencionalidad. Luego podemos preguntar o reconocer los razonamientos deductivos e inductivos de la persona observada y averiguar la razón por la cual hacemos lo que hacemos.
Un experimento muy conocido estudia el error de atribución que cometemos las personas cuando atribuimos causas a las cosas. En este se coloca a un actor a generar discordia con el participante de una investigación. Luego se le pide al participante que explique cómo fue que pasó todo.
Y se encontró que las personas analizamos distintas situaciones atribuyéndole una causa o varias causas.

¿Cómo le atribuimos causas a los comportamientos?
La culpa es mía o la culpa es del otro. Para explicar los comportamientos propios y ajenos, las personas atribuimos:
- Causalidad interna o por disposición: cómo es uno, versus, cómo es el otro. Mi carácter, el de mi ex o el de mis amigas. Su forma de ser. La personalidad que tiene cada una. La causa está en cómo son.
- Causalidad externa o situacional: un estímulo, la situación, etc. Vos me dijiste tal cosa. Yo pensé tal otra porque la situación se dio así. Me miraste de tal manera. O tardaste mucho en hacer algo. Lo que sea que pasó es la causa de otra cosa.
¿Cuál es la forma correcta de explicar un comportamiento?
Interpretar un comportamiento propio o ajeno debe hacerse sin atajos ni saltos en el vacío y sobre todo sin rigidez.
Es importante asignar el mismo valor a las causas internas que a las externas. Lo que las personas solemos hacer es sobrestimar una causa sobre la otra.
- Cuando explicamos el propio comportamiento, tendemos a sobrestimar las causas externas. Interpretamos nuestra conducta en base a lo que nos hace el otro, la economía o el universo. Es decir, creemos que las personas tienen determinada disposición, cierta manera de ser.
- Mientras que cuando explicamos la conducta ajena lo hacemos sobrestimando su disposición, es decir, la causa interna.
Ejemplos de causalidad interna:
- Él me dejó porque es evitativo, fóbico y narcisista.
- Él era re agresivo.
- Él era raro, nunca entendías qué se le pasaba por la cabeza.
- Ella es orgullosa o terca.
En cambio, cuando se trata de uno, sobrestimamos lo situacional y subestimo lo disposicional:
- Entendí mal la situación
- Pensé que tal cosa o vos me dijiste
- Me enojé porque me dijiste tal cosa
Sobrestimo las causas externas y subestimo las causas internas porque reconozco la complejidad de factores causales.
En el día a día, la mayoría de las veces que reaccionamos de algún modo, lo hacemos sin contar con suficiente información fidedigna. Y más que esforzarnos por razonar de modo correcto, pareciera que nos esforzamos más por argumentar a favor de la decisión que tomamos. Aunque en el momento ni nos hayamos parado a pensar porqué hicimos tal cosa.
Cómo entender un comportamiento
Los factores causales, son un entramado complejo de comportamientos, pensamientos y emociones. En terapia cognitivo conductual trabajamos todo el tiempo analizando comportamientos propios y ajenos y lo hacemos mediante distintas herramientas, entre ellas, el diálogo socrático.
El diálogo socrático, también llamado Mayéutica, está formado por preguntas que inducen determinada respuesta, para poner en contradicción lo conocido. El objetivo es obtener un conocimiento nuevo mediante un proceso dialéctico.
Esto lo puedes hacer tú mismo.
Lo que haces es tomar las ideas como hipótesis. Entonces necesitas contrastarlas. Es decir, ser capaz de confirmarlas o refutarlas. Estamos en el terreno de los argumentos, pero te tienes que dirigir hacia los razonamientos. Es decir, vas a buscar evidencias que comprueben cada hipótesis.
Evita sobreanalizar los comportamientos. Está bien darte el tiempo para procesar situaciones y eso muchas veces derivará en estar pensando en algo o en alguien. Si bien la meta es ir frenando este tipo de pensamientos, se entiende que cada uno lo hace a su propio ritmo. Además, es importante ir sosteniendo un lenguaje amable y buscar sentimientos de compasión hacia mí y hacia el otro.
Sostener el enojo sólo puede
- Se analiza de a un comportamiento. Primero vas a descartar distorsiones cognitivas como Nadie, nada o nunca, Atención selectiva, Pensamiento polarizado y Sobregeneralización. Puedes leer más sobre ellas en el artículo sobre distorsiones cognitivas
- Luego se busca generar disonancia cognitiva, es decir, poner en duda lo que estás sosteniendo.
- Por último, debes ir tomando en cuenta el tema de los sesgos. Usar los comportamientos para explicar cómo es una persona.
Busca entender que las personas podemos no haber percibido algo, que lo olvidamos, o que no le prestamos atención si estamos haciendo otra cosa. Esto no es algo que las personas hagamos para generar un daño en el otro.
También te puede hacer bien recordar que la mente funciona con racionalidad limitada cuando las personas interactuamos con otros. Y más aún cuando atravesamos un estado emocional.
Por último, es importante no sobreestimar ni las causas internas ni las externas. Hay que reconocer la complejidad de los factores causales.
Conclusión
Es importante cuestionar. Cuestionar lo que vemos, lo que oímos y lo que creemos que vemos y oímos.
Sé que a veces es difícil entender determinados comportamientos. Peor aun cuando la duda es personal. Así que, si te interesa, puedes contarme una situación aquí, en Instagram o por privado y la analizamos juntos.
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